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10 Consejos para que no te estafen

Seguramente, si estás leyendo esto, es porque estás averiguando todo lo que puedes sobre construir tu casa. Has ponderado cosas como costos, plazos, pagos, materiales y mucho más. Pero… ¿Has considerado los riesgos? Todos los días compramos cosas, de manera automatizada, sin pensarlo siquiera tal vez, y está bien, porque el riesgo, si no nulo, es mínimo. Cuando el riesgo es mayor, sin embargo, dedicamos más tiempo y recursos a informarnos. En el caso de compras repetidas, nuestro riesgo percibido es menor, ya que si la primera vez algo no sale como se esperaba, quedan aún otras oportunidades para enmendar los daños. ¿Pero qué pasa en el caso de una casa? Probablemente a lo largo de toda tu vida hagas una, dos a lo sumo. No hay posibilidad de intentar y fallar. Tiene que salir bien la primera vez. Pensemos en el auto, por ejemplo. Los autos se producen en serie, en una línea de montaje. El primero que se produce acusa todos los posibles defectos y fallas, de modo que los sucesivos ya salen corregidos de fábrica. Todos salen probados. Excepto que se trate de una tipología cerrada, una casa, en cambio, se construye una sola vez y nunca más. No existe el beneficio de la experiencia acumulada. De aquí que los riesgos sean mayores, y que por ende sea tan importante contar con criterios para elegir la empresa que tenga a su cargo la construcción.

Escribimos este artículo porque, lamentablemente, recibimos en nuestra oficina a buenas personas, no queremos decir estafadas… pero cuando menos engañadas con información capciosa. Precios que no representan los costos reales y que se terminan encareciendo excesivamente, abandono de tareas, anticipos entregados sin que siquiera se inicie la obra, ejecución con materiales de calidad inferior a la pactada, defectos funcionales y estructurales, son sólo algunas de las cosas que vemos con mayor frecuencia en las reuniones.

Es triste ver los sueños de alguien rotos por las omisiones y falencias de un tercero. ¿Qué hacer entonces para eliminar los riesgos? ¿Cómo saber si la empresa con la que estás tratando es seria, responsable y cumplida? A continuación listamos 10 cosas que puedes tener en cuenta a la hora de contratar.

1. Aval de Instituciones:

Cada industria cuenta con un conjunto de organismos, cámaras, instituciones y entidades, que representan a los actores involucrados, y que cumplen diferentes funciones. El aval de alguna de estas instituciones puede ser una señal de la trayectoria y probidad de la empresa. El Instituto de la Construcción en Seco, INCOSE, cuenta con un directorio de empresas de la construcción en seco. Cada empresa es sometida a un escrutinio para ser listada en el directorio, y debe pasarlo exitosamente.

2. Proveedores:

Entre cualquier empresa constructora y su proveedor de materiales existe una relación que trasciende lo comercial. En una industria como la construcción, donde continuamente aparecen nuevas empresas, son los proveedores quienes las ven nacer, crecer y morir. Son testigos de los momentos buenos y malos, de los éxitos y los fracasos.

Los proveedores de materiales son, pues, una excelente fuente de referencias. Conocen de cerca a sus clientes, es decir, a los constructores. Saben si un constructor es de trayectoria o nuevo; saben su volumen y frecuencia de compra, indicador claro de la cantidad de obras; saben qué materiales compra, señal de la calidad con que construye; y saben si es solvente o no.

Los proveedores son los mejores jueces de la experiencia, conocimiento, solvencia y probidad de una empresa. Solicita a tu constructor los datos de contacto de los proveedores con los que trabaja. Si ante tu pedido, se mostrara reticente o si directamente se negara, ya sabes que es una señal amarilla, y hay razones para sentir suspicacia. Ante la duda, pide referencias.

3. Fotos de obras:

La experiencia es gran maestra de todas las cosas. Nada tan cierto como en la construcción. Si quieres averiguar la idoneidad y pericia de una empresa, mira sus obras. No es necesario que seas arquitecto (si lo eres mucho mejor) para evaluar la calidad del trabajo. Si las fotos son de alta calidad, buena resolución y tienen una buena composición, es señal de que la empresa se esfuerza por mostrar lo mejor de su trabajo. Si las fotos son de aficionado y de mala calidad, ¿cómo puedes juzgar la calidad del trabajo?

Más importante aún, ¿cómo saber si las obras que publican son propias? Felizmente es muy sencillo. Abre el navegador Google Chrome (sólo funciona con este navegador), coloca el cursor sobre la foto, haz clic con el botón derecho y elige la opción “Buscar imagen en Google.” En la página de resultados, Google te muestra todos los sitios web que tienen la misma foto. Si sólo aparece el sitio web de tu constructor, genial, la fotos es de una obra que es propia. Si, por el contrario, aparecen varios sitios, entonces probablemente la foto pertenezca a otra empresa, y el constructor la ha bajado y subido a su servidor web, haciendo pasar como propia una obra ajena. Investiga los sitios web de las páginas de resultados y determina quién es el verdadero propietario de la foto. Te sorprendería saber cuántos sitios web usan imágenes de obras que no son propias.

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Otra manera de verificar la veracidad de la foto es analizar sus metadatos. Los metadatos es información adicional que contiene el archivo, como la fecha y el lugar donde fue tomada. Para ver los metadatos, baja la foto a alguna carpeta de tu disco duro, coloca el cursor del ratón encima de la foto, clic derecho y finalmente clic en «Propiedades».

4. Anticipo

Muchas empresas constructoras solicitan un anticipo antes de dar comienzo a la obra. El porcentaje del anticipo llega en algunos casos hasta el 70%. Nuestro consejo es que no entregues un anticipo tan importante. Nunca. Antes de comprometerte contractualmente, verifica qué anticipo te solicitan. Todo anticipo que exceda el 30% es sospechoso. Pregunta también para qué es el anticipo. Si es para compra de materiales, tal vez sea mejor que pagues directamente en el proveedor, para que los materiales queden acopiados y facturados a tu nombre. En un contexto inflacionario como el actual, es plausible hacer esto (y lo hemos hecho con muchos clientes) para congelar el precio. Si tu constructor pagara los materiales, exige que te muestre la factura, y en caso de duda, llama al proveedor.

En Acedur no trabajamos con anticipo. Inquieta a nuestros clientes y a nosotros también: es mejor tener siempre el dinero justo y gastarlo a medida que se devenga el gasto. Los desembolsos se hacen antes de que comience cada etapa. Concluida la etapa, se libera el desembolso de la etapa siguiente. Así, liberas los pagos a medida que ves el avance de la obra.

Nuestro consejo es que ates los pagos al avance de obra. Si no hay avance, no entregues los pagos. Aumenta tu riesgo y te coloca en una situación más vulnerable.

5. Propuestas inverosímiles:

Cada empresa cuenta con su estrategia para ganar clientes. Es legítimo que así sea. Pero muchas veces, la sana competencia degenera en propuestas capciosas. Por lo general, es en el precio donde más comúnmente se encuentran las propuestas inverosímiles.

El costo de construir está compuesto por dos grandes rubros: los materiales y la mano de obra. Los materiales cuestan lo mismo, sin importar dónde los compres. Difícilmente consigas la bolsa de cemento un 50% más barata… ¿verdad? Pueden alcanzarse descuentos por volumen, pero no pasan del 5%. Para ofrecer un precio menor, las únicas variables de ajuste son:

• Bajar la calidad de los materiales.
• Pagar menos por la mano de obra.

Siendo esto así, resulta que el costo de construir varía entre un intervalo de precios fijo, de tal manera, que los precios entre empresas que ofrecen calidades comparables, no distan mucho entre sí. Si alguien te ofrece la mitad del valor de mercado, tal vez debas preguntarte ¿dónde está el atajo? ¿Los materiales son de una calidad que compromete la resistencia estructural de la casa?

Ante propuestas que salen de la norma del mercado, debería reinar la prudencia. Si algo es demasiado bueno para ser cierto, probablemente lo sea.

6. Seguridad jurídica:

Un contrato que regule las obligaciones y derechos de las partes es un indicador favorable. ¿Está dispuesto tu constructor a firmarlo? Lee detenidamente el contrato. Cuando menos debería contener especificaciones sobre plazos de obra, valor de la obra, lo que incluye, lo que no incluye, medios y cronograma de pagos, marca, modelo y espesores de materiales. Las firmas deben estar certificadas por escribano público y recuerda que, para tener validez legal, el contrato se debe timbrar, esto es, debe tener pago el impuesto a los sellos de la provincia de Córdoba.

7. Reseñas y testimoniales:

¿Qué mejor manera de conocer una empresa, que conocer su reputación? Puedes pedir reseñas y testimoniales de la empresa a sus clientes. En Acedur, nuestra política es que, previa autorización de nuestro cliente, se pueden pedir testimoniales siempre que la obra esté en curso, pero luego, una vez terminada, no. Queremos que cuando la obra termine, disfrutes tu casa con tranquilidad, no que recibas una llamada cualquier día, a cualquier hora, de un extraño, pidiendo por nuestras referencias. Tratamos con discreción y confidencialidad los datos de nuestros clientes.

Pide a tu constructor reseñas y testimoniales de sus clientes. ¿Cuál es la política que aplican con los datos de clientes anteriores?

8. Visita a obra:

Mejor que ver la obra en fotos, es verla en vivo y en directo. Puedes inspeccionar personalmente los detalles que son importantes para ti y verificar la calidad de los materiales, la prolijidad de las terminaciones, el orden y la limpieza, entre otras cosas. Procura aprovechar la visita y preguntar todas las dudas que tengas. Si la empresa te invita a la obra, pues entonces es una actitud abierta y franca que construye confianza y seguridad.

9. Motores de búsqueda:

Probablemente encontraste la empresa con la que estás tratando a través de un motor de búsqueda. De la misma manera, puedes buscar información sobre la empresa. ¿Quién sabe qué se dice de la empresa en foros, blogs, comentarios? Seguro te topas con algunas reseñas y testimoniales. No dejes de buscar en tu buscador favorito. En la web, nada queda oculto, lo bueno sale a la luz, y lo malo también.

10. D.N.I.:

Por último, si aún sintieras suspicacia… Puedes pedir el Documento Nacional de Identidad al titular de la empresa, y verificar sus datos personales con algún proveedor de servicio de información, como Veraz. Allí puedes conocer su situación financiera y jurídica, como si está embargado, inhibido, si tiene cheques rechazados, créditos impagos. Un historial crediticio no tan limpio no quiere decir que la persona no tenga probidad, pero nunca está de más verificar.

Cuando se trata de tu capital ganado duramente con tu esfuerzo, ningún recaudo es poco. Vimos hasta aquí algunas cosas que puedes tener en cuenta para determinar cuán seria es la empresa con la que construirías tu casa. Creemos, no obstante, que en definitiva, todo se reduce a la confianza. Si sientes que debes tomar tantos recaudos probablemente no sea la empresa con la que debas hacer negocios. Por supuesto, de más está decirlo, lo que hemos listado son simples datos objetivos, que pueden dar un indicio de la seriedad de una empresa, pero que de ninguna manera garantizan que la empresa responda y cumpla. En el fondo, más allá de estos factores, que son importantes y que es bueno ponderes en tu decisión, todo se trata de personas. Y son los valores y el compromiso de la persona lo que a fin de cuentas importa. Con toda seguridad la mejor manera de hacer un negocio seguro, confiable y beneficioso, es mirar la persona, y escuchar tu intuición. Si sientes que hay conexión, afinidad personal y ese no sé qué, que uno sabe que es la persona correcta y todo se siente “bien y en su lugar”, pues entonces escucha tu corazón, sigue tus instintos y ¡adelante!

Fuente: ACEDUR